Soy un sorbo del vino que fui,
a penas migajas que dejaste caer
del mantel, del jodido mantel,
del mantel al abismo a tus pies…
Soy un ascua de todo el incendio que fue,
a penas desastre del triunfador al que hiciste caer
del mantel, del jodido mantel,
del mantel a tus pies, del mantel al abismo,
de acuerdo a tus ganas, al abismo a tus pies…
Quimera herida de muerte,
porque pecado mortal es quererte,
todo me conduce a cadena perpetua sin puente,
encerrado entre el vicio del ser y perderte.
Soy un momento de todo el tiempo que fue,
a penas segundo de la hora que hiciste retroceder
de la risa a lo roto, de lo estúpido a lo absorto,
de la rabia a lo absurdo, de mi ira a tu estorbo,
que no quede un momento fallido de oscuridad
cuando se trate de recuperar la libertad…
Y me mata recordar que te idealicé,
que mentiste a mansalva escondiendo el cuchillo
entre el mantel, el mantel ya prolijo de malas memorias,
a tu conveniencia, que la herida mortal va en mi piel,
solamente en mi piel, del abismo a tus pies,
del abismo a mi ser, del abismo a mi piel…
Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 29/04/2016
wooooooooo que bueno !!!
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Muchas gracias 🙂
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Los desastres que dejan las rupturas… escrito por un poeta ☺
Un abrazo
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Catástrofes inexplicablemente inevitables cuando el final golpea… Un abrazo!
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Precioso no, lo siguiente. Increíble y maravilloso.
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Muchas gracias por pasar a leer. 🙂
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