Humeante de Té en Campos de Kiev

Parece que el mundo se detiene entre los dos,
que el amor nos pasa por delante y lo ignoramos,
no me dices nada y si no te digo nada es mejor,
hay una sonrisa en mi alma pero ya no tiene tu nombre
y si no te digo nada parece que no hace falta emoción.

No hay tacto, no hay realidad más triste,
somos lo que no somos, no tenemos lo que fue,
siento un vacío mundano entre mis huesos,
no lo sabes pero ya no sueño con tus besos,
ya no son tus besos, y no queda mucho tiempo.

El faro de las desgracias ilumina las oportunidades
antes de romper en mil pedazos lo que estorba
y pensar que ayer nos amámabos tanto, que fuimos
el imposible de todas las almas del mundo.

Y pensar que ayer nos atamos las manos
a la idea profunda de la gloriosa eternidad,
hoy no queda nada qué decir, nada qué arreglar,
la nieve que tanto emociona tu frío ahora nos cubre,
estás en cualquier otro lugar que no soy yo,
yo estoy soñando con cualquier otra que aporte calor…

Mece el el silbido felino el pelaje de este desamor,
nos duele pero no mata, si corta pasa que no sangra,
no hay nada escarlata en venas vacías de vida
y la excepción no estuvo en nosotros cariño,
la emoción se ha evaporado para luego llover
en un nuevo y futuro momento fallido…

Quería amarte con todo el amor de que era capaz,
quise darte en vida lo que sola jamás ibas a encontrar,
después de rebotar entre imbéciles cosas,
cómo pudiste atreverte a jugar con mi amor,
yo quise amarte como se aman las crisálidas vacías
después de cumplir mariposa semilla en campos de azar.

No hay firma de paz que devuelva el amor,
si acaso, nos devolverá la insatisfacción
de un día pelear a muerte contra el mismo anticristo,
si hacía falta hundirlo en el mismísimo mar,
pero en este país se lloran las causas perdidas,
con lágrimas ensangrentadas repletas de mal,
yo sigo llorando mi tiempo perdido
y tú tan tranquila no quieres mirar…

Suelta mi corazón, late en idioma distinto,
tiene verdad y en el tuyo conviven sonidos tan ambigüos,
deja a mi fuego enjuagar todas las cartas idiotas
que me escribiste sabiéndote escoria, de la mañana
en que tantos idiotas te rodearon para hacerte infeliz,
de la mañana en que idiotizado fui corriéndo hacia a ti
pensando que a lo mejor a tu lado podría volver a sonreir.

Me agotas la vida, el desgaste ya fue suficiente,
si dices adiós en un acto de magia desaparezco
y no nos volveremos, ni en broma, a tener…

Somos dos mariposas perdidas en campos de Kiev,
somos dos mariposas ahogadas en una taza humeante de té,
tú sueñas con la restauración, yo no quiero volverte a ver…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 05/05/2016

8 comentarios sobre “Humeante de Té en Campos de Kiev

Deja un comentario