Tarde de Exposición

Tarde de exposición, vitrina de récords,
en la marquesina el pasado que más disfruté,
no me ha dado tiempo elegir los momentos
y vino mi antiguo hogar a dar cuentas por mí.

Todo iba tan bien, tanta felicidad, tanto amor propio,
tanta preciosidad, para ser tan joven se vivió tanto,
para ser tan descuidado puse tanto empeño en esos labios
y así transcurrían mis pasos por esa mañana de exposición,
de azúcar lo menos, salado prefiero y si no te interesa
para qué rayos pides, si sabes que no la daré, esa otra explicación.

Tarde de exposición, los primeros mil besos,
después el primer millón, el primer millón,
el planeta creado a propósito de escribir
y una lluvia de días bonitos firmados por mí.

Un duende nocturno amo y señor de la noche,
experto en Merlot y Buchanas Red Seal,
en París distante y yo nunca me quiero ir de aquí.

Todo trascurría delante de mí, era una emoción impecable,
los arándanos, aquellas Andrés Sardá, escarlata, olvidadas en mi almohada,
luego de mi sonrisa nadie podía jurar que mi sangre se iba a detener y a congelar,
al encontrar en plena marquesina aquel bello amor que no me supo olvidar…

Tantas vidas en una, música y poesía,
pasó por aquí la más hermosa femme fatale,
gustos varios, la rotunda caída,
resurgir y continuar, siempre continuar,
rendirse como forma de autorrespeto
y aquel tan lejano catorce de febrero.

Tarde de exposición, vitrina de récords,
de las ocho de la mañana a las cuatro de la tarde,
casi todos los días aislados en marte,
fueron más de cien, pocas un desastre,
hoy me planto sin fe a la orilla de un claro de luna
a jugar a las escondidas con tu exclusiva belleza y locura.

[Vida]

MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 09/06/2016

Deja un comentario