De los límites mortecinos de una despedida,
se quedaron los impulsos mal besados,
estornudos de total melancolía
y unos cuantos siglos de costado.
No es que sea tan difícil salvar el alma
o los labios de aquel ser al que se ama,
no es que sea posible lo imposible
sin retrovisores o acrobacias.
Pero si asoma Saturno, su pecho, un martes de diciembre,
quizás no quede esperanza y sea tan sólo su cadáver
el que ya no se mueve, el que ya no se espanta,
por eso no mires atrás, atrás no está mañana…
De la piel de su dulce mirar,
del bullicio en silencio de su andar
y de su bien escrito en bolsas de té
aprendí que la vida no es ir con sed.
Sacié el hambre de líquidos sueños
al morder su centro de hemisferios clandestinos,
sabía tan bien, lloraba después,
porque su culpa era tan sólo un aroma a paraísos.
MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 28/06/2016
Me encanto !!L
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Me encanta que te encante a ti 🙂
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Si como siempre amigo majestuoso
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♡
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Muy bueno
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Gracias!
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Un placer
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Bello!
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Muchas Gracias. 🙂
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Hermosa… bonita hora para leerlo.
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Te agradezco por pasar a leer.
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A ti por publicar antes de irme a dormir, eso es bueno.Te molesta si escribo algo sobre tu poema?
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No para nada, te lo agradezco más bien. 🙂
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