A las Caricias

Se acostumbra tanto la piel
a las caricias que frecuenta…

Que en términos válidos puedo afirmar,
como quien afirma con noble experiencia,
que la soledad no trae alivio de amar
y tampoco amar debería estar tan mal.

Yo he amado y con cada partícula de amor
construí promesas que nunca mentían;
el problema despertaba sin una buena razón,
pero despertaba y sacudía a las tormentas mismas
con su injusta presencia cuando aparece entre dos.

Nunca supe a dónde van los besos que se olvidan,
los insuperables y los que se han disfrutado tanto,
nunca supe a dónde van las calles o las avenidas
en las que has dejado el corazón sin siquiera notarlo;
es posible que sin pensarlo demasiado
pueda afirmar con toda honestidad
que amar para mí nunca ha sido extraño,
que en realidad nace tan necesario en su modalidad
de viento fresco que acaricia sin mostrar sus manos.

Yo olvidé algunos recuerdos que creí imposibles de olvidar,
yo juré amor eterno a quienes no amo más,
si he sufrido quizás no ha sido demasiado,
si he llorado quizás fue por lo que no pude tener;
y una vez hubo un alma que me hizo eterno,
entre sus manos todo el tiempo fui un hombre bueno;
ahora está más hermosa que nunca y siempre lejos,
porque la historia que escribimos era temporal;
me ocurrió otras veces que sin presentirlo
escribí historias eternas nacidas de un luengo gemido.

No tengo todas las respuestas,
pero si pienso en amor me desconcierta,
he sido tan feliz, he besado tantas lunas nuevas
y aún así en este invierno sigo estando solo,
al centro de una historia que se recupera,
que no sé lo que promete y que a mi alma espera;
y la verdad es que amar no debería estar tan mal,
la aurora quizás debería ser un poco menos boreal
así como el solsticio del romance que recuerdo
que es un momento eterno que perdí  y que aún lamento,
sobre todo en las noches de invierno
cuando no hay versos que me traigan de nuevo sus besos,
ni el tiempo en el que fui tan feliz viviendo entre tantos reinos…

Se acostumbra tanto la piel
a las caricias que frecuenta;
que ya no sé si pertenezco
a mi cuerpo o a varios dedos.

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 21 de enero de 2,017

5 comentarios sobre “A las Caricias

Deja un comentario