Estoy tan enamorado de ti
que a veces olvido escribir
algo más que tu nombre;
me gustar sentir el jazmín
que desprende tu piel de violín
en las madrugadas perfectas
cuando te recuestas en mis letras.

Anoche dormí tan profundamente
que fue tan complicado lograr distinguir,
si el sueño era un reflejo intermitente
o si se trataba de cada cosa que me gusta de ti;
así encendí las velas de la eternidad
tatuando un verso que sabe al mar,
en el que te conocí, siendo a penas
un par de pequeñas atmósferas de sal.

Crece la marea cuando me besas,
se desborda el cielo si me das
tu mano tibia, hecha a mi medida,
y me dejas invitarte a caminar.

Estoy tan enamorado de ti
que a mis costumbres puse tu nombre
y a este tierno momento de existir
cada una de tus formas de reír…

©MESSIERAL | messieral.com
Ciudad de Guatemala 9 de febrero de 2,017