Más temprano que tarde
aprendí que los besos con hambre
saben a lo que saben las manos
cuando necesitadas de calor
se acercan temerosas
al borde de los labios que enmudecen,
quizás no aprendí a aprenderme
ni los nombres, ni los cuerpos,
de culpables e inclementes
arrebatos de candombe
naciendo de bocas extrañas,
ajenas, como el alma
que nos fue obsequiada;
por la vida, por el arte,
por la herida, por la tarde
o por el aire.
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 11 de septiembre de 2,017
Entonces debes contener muchas cicatrices que te recuerdan cuán duro fue cada muro
Me gustaLe gusta a 1 persona
Los besos con hambre pueden llegar a someternos en una interminable agonía. Prefiero vivir en la ignorancia, que buscar quién me quite el hambre 😑
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo siempre he ido contra el muro a quitarme el hambre y la sed. Saludos, un abrazo!
Me gustaMe gusta
¡Suena a danza y religión, como el candombe! Abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona