Espero a la canción que me desgarre el alma o que sane a la armonía; al menos un instante, al menos unas cuantas, unas vidas.
Espero a la canción que me acompañe al alba y que cubra mi oscuridad amarga con el beso de sus llamas.
Y cuando llegue no dejar de escribirla; y cuando llegue no dejar de amarla.
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