Hará falta aprender a explicar,
a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos,
la tonta razón por la cual
no estamos juntos,
si al hablar de amor
se iluminarán nuestros ojos
como los que más…
Hará falta aprender a explicar,
a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos,
la extraña razón por la cual
nos enamoramos,
tan perdidamente, sin creer en el amor.
Y hará falta aprender a mirar
fijamente a nuestros ojos
cuando nos crucemos al pasar
de la mano de los sueños que aún están
pero que ya no vamos a poder cumplir
o considerar, no a menos,
de que nuevamente nos atrevamos a enloquecer.
Hará falta aprender a explicar,
a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos,
la tonta razón por la cual
no son de los dos…
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Buena reflexión.
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Muchas gracias por pasar a leer, saludos!
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