Cuando quería escapar
solía buscarte para no estar solo,
el peligro me acecha si el aburrimiento
se abre un sitio en mi adversidad.
Nunca quise una vida de lutos
y tampoco un nirvana plural;
yo quería encontrarme a mí mismo
y conseguir aferrarme a tu divinad.
Pero todo volvía a estar mal
y muy pocas cosas sabían distinto…
Porque nada suele mejorar,
ahora sólo me apremia el instinto.
Anuncios