La vida me otorgó
el tiempo suficiente
para que supieras
que te amé de corazón;
que aunque soy más imperfecto,
que tímido o paciente,
aguardaría junto a ti, una y otra vez,
a la muerte hasta que viniese en pos de tu descanso.
La vida me otorgó
el tiempo suficiente
para fallarte tantas veces como pude (sin querer)
y aún así obtener siempre tu comprensión;
y aún así compartir contigo ese último latido,
esa última respiración, que siempre atesoraré
como uno de los más importantes momentos de mi vida.
Siempre te amaré porque gracias a ti aprendí a vivir.
Anuncios