A dónde me dirigen los sueños remotos,
los anhelos, la ira y tener lo que quiero;
a dónde me lleva si espero ese hogar
en el que verte tendida en mi cama,
con el aroma preciso cada vez;
con el amor latiendo imparable y con fe.
A dónde me dirigen los sueños remotos,
los deseos, la brisa y lo imposible y oscuro;
a dónde me lleva si espero por viento frugal
y por tus manos rozándome el ser;
y por tus manos que me quieren tener…
A dónde me dirigen los sueños remotos
si no es a encontrarte con cada amanecer
recostada sobre mi pecho que te quiere querer.
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