El silencio provocado por el recuerdo de la infancia,
de los que sufrimos el insulto y el golpe más cruel,
es un silencio que no se espera ni se calla;
es un grito que nos recorre por debajo de la piel.
El silencio provocado por el recuerdo de la infancia,
de los que sufrimos el insulto y el golpe al nacer,
es un silencio que no se espera ni se aguanta;
es un grito que nos rompe intensamente toda fe…
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