Para qué me acerco tanto a ti
con la cordialidad de un momento
que, a escondidas, sólo espera otra oportunidad
para conseguir tenerte, para volverte a desnudar.
Para qué te beso con ternura
si lo que más me gusta de ti
y lo que más te gusta de mí
no es la dulzura de un sentimiento,
ni la calma de un futuro amor de buenos argumentos…
Para qué nos seguimos mintiendo,
para qué seguimos aminorando cada encuentro;
si con quienes estamos están tan lejos
de nuestras manos y nuestros cuerpos,
de nuestras expectativas y nuestros deseos…
Anuncios