Sólo ella conoce ese espacio
entre mi espíritu y mi seguridad
en el que escondo mis sentimientos
para que no los descubran los demás.
Sólo ella conoce ese espacio
entre mi espíritu y mi creatividad
en el que escondo mis sufrimientos
para que no los descubran los demás.
Fue en un beso que saboreamos despacio,
allí en su ciudad, allí en su portal;
porque, entonces, fue también el breve espacio
entre nuestros cuerpos lo más cerca que estuvimos de la libertad…
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