Tan sólo pedí que prometas
no enamorarte tan pronto
y de nuevo esta vez;
si acaso decido llevarte de vinos
a aquella ciudad que recuerdas muy bien.
Tan sólo pedí que tu letra
indeleble y rojiza
no manche mi claroscura fe;
no quiero quedarme contigo
para siempre, ni ahora
que todo marcha así de bien.
Tan sólo pedí que prometas
no desnudarte tan pronto
y de nuevo esta vez;
si acaso decido llevarte conmigo
a aquella solemnidad que recuerdo muy bien.
Tan sólo pedí que tu arenga
incolora y marchita
no dicte mi ley;
no quiero quedarme contigo
para siempre, ni ahora
que todo es más de lo que fue…