Cuando estoy de vuelta y el huracán deja su escarnio
sobre los sentidos majestuosos del azar…
Cuando te distingo en los ojos del nahual portentoso
y un beso nos roba el alma frente al mar.
Cuando se hace de día y fluye con intensidad el garabato
mortecino de la tinta que nos imanta a rebosar.
Cuando tú, cuando yo;
cuando la mirada comienza y finaliza,
cuando el amor y el dulce hogar…
Cuando más conviene amar.
Nueva Guatemala de la Asunción 1 de octubre de 2,020
MESSIERAL