Yo quiero quedarme a vivir
en un sitio que me haga sentir en calma;
quiero aprender a decir
sin hacer uso de mis armas…
Porque cuando el demonio despierta
los malos recuerdos que tengo de ti;
algo dispara contra mis llagas
y me hiero y te hiero, es como el fin.
Yo quiero quedarme a vivir
en un sitio que me devuelva la esperanza;
quiero aprender a sentir
lo que, en paz, pueden llegar a sentir las almas.
Nueva Guatemala de la Asunción 5 de octubre de 2,020
MESSIERAL