Una vez terminado
el día de todos los santos,
te percibo en el más suave tacto
de lo invisible, del éter amado.
Sé que mucho te extraño,
que nada será igual sin mirarnos…
Sé que mucho te extraño,
que lo único cierto es lo que nunca olvidamos.
Una vez instalado
para siempre tu sentir en mi canto;
te llevo conmigo, cuidando mis años,
en lo posible del arte libertario.
Sé que mucho te extraño,
que nada será igual sin tu abrazo.
Sé que mucho te extraño,
que lo único cierto es lo que nunca olvidamos…
Nueva Guatemala de la Asunción 3 de noviembre de 2,020
MESSIERAL