Cuéntame un poco más, sólo un poco más, me decía;
de física cuántica y más tarde haremos el amor;
poco a poco, a lo largo y ancho del día,
te recitaré al oído los versos de Juana de Ibarbourou,
luego sobre mi cuerpo sé que harás verdad cada sombra
que Caravaggio omitió…
Cuéntame un poco más, sólo un poco más, con delicia;
será un poco más tarde cuando amaine el temblor.
Y así era mi vida con ella, así cada caricia, cada huella;
hasta que un día hubo que recorrer sitios distintos,
cada vez más agrios, solitarios y sin color…
Nueva Guatemala de la Asunción 4 de noviembre de 2,020
MESSIERAL