No busca redención, sentir culpa
u ofrecer a alguien su perdón,
no busca un mal amor, algo nuevo en su lujuria
o morirse por justa razón…
Tan sólo quedarse adherido
al camino que forja en la ilusión
de una oscuridad que sutilmente contempló.
Tan sólo quedarse adherido
sobre los brazos del humo y del carbón,
como si la marea fuese un ébano que ardió.
No busca solución a su locura
ni sanar la piel del monstruo que habitó,
no busca un peor amor, algo bello en la penumbra,
ni un año bisiesto que ya se le escapó…
Nueva Guatemala de la Asunción 11 de noviembre de 2,020
MESSIERAL
Gracias
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