Encontró su sitio que no es más que el mismo
que comparten todas las almas indecisas,
las que no se atreven a lo legal o a lo prohibido.
Encontró su sitio y no es más que el mismo
que aborrece cada noche, a cada paso y camino,
porque quizás allí no está la paz, sólo un vicio.
Encontró su sitio y la pesadilla le hace presa del instinto,
ese que oculta bajo el vestido, bajo su sombra y sus sentidos;
encontró su sitio y la pesadilla le hace presa del destino,
ese que describe al mal exilio de la pasión y al mal motivo.
No encontró su sitio, encontró la seguridad que da lo mismo
que la sombra del viento bajo la luna llena: vulgar frío.
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