Ebrio del dulce sabor de tu cuerpo,
arropado por los pliegues de tu piel;
ningún lugar me pareció perfecto
hasta encontrarte a ti otra vez.
Ebrio del cálido encanto de tus besos,
inundado de las esencias de tu aguamiel;
ningún lugar me pareció perfecto,
ningún lugar me hizo tanto bien.
Ebrio del grato recuerdo de tu lienzo,
aguardando un sólo paso de tus pies…
Blog Oficial de Messieral
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