A ritmo de muerte, a ritmo de falsas historias,
un vals comenzó y se hizo memoria;
a ritmo de destrucción, de verdades idiotas,
un vals comenzó y se hizo victoria…
Y nadie más cuestionó a la oratoria,
el rebaño se hizo de rebeldía ilusoria;
y nadie más cuestionó a la oratoria,
el rebaño se hizo aliado de toda la escoria.
Blog Oficial de Messieral
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