A mis órdenes crear,
fingir una historia;
imaginar cada vez
y alguna otra más…
A mis órdenes jugar,
mojar la oratoria
que nos hacía crecer
desde las mismas sombras.
A mis órdenes llenar
el espacio de gloria
que nos hacía morder
la crucial euforia.
A mis órdenes gritar
en la trayectoria,
imposible de creer
durante la rapsodia.
A mis órdenes crear,
jugar en la alcoba;
interpretar otra vez
algunas de memoria.
Blog Oficial de Messieral
Anuncios