Escucho un golpe seco sobre la osamenta
de una sociedad epígrafe, que desvanecida
intenta seducirse a sí misma.
Lo que no escucho es su voz, la muy impostora,
porque calla cuando de frente a la herida
debería de gritar masiva.
No supe esperar menos de tan violenta
máquina de reivindicar afrentas,
no supe esperar menos de tanta hipotermia.
Blog Oficial de Messieral
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