Mientras deslizaba,
sosteniendo firmemente con mis dientes,
tu ropa interior debajo de tu falda;
también deslizaba tus miedos más silentes,
tu falta de ideas, tus males de etcéteras.
Nunca quise quedarme a dormir,
en realidad nunca quise quedarme;
tan sólo enseñarme a vivir
cada vez más cerca de tu sabor constante.
Tan sólo enseñarte a sentir
la fuerza repentina de un corazón errante…
Nunca quise quedarme a dormir,
en realidad nunca quise quedarme;
tan sólo enseñarme a vivir
cada vez más cerca de tu fulgor amante.
Blog Oficial de Messieral
Anuncios