No sé cuántos domingos
han pasado desde tu muerte,
sólo sé que algo, para mí, conocido
aún me protege.
No sé cuántos sitios
se han llenado de tan baja suerte,
sólo sé que un dulce silbido
todavía me estremece.
Y es que a lo mejor el equilibrio
sólo está en lo desconocido cuando aparece;
quizás el mejor camino
es el de la contemplación silente.
Nunca olvides el camino
que conduce a mi querer,
nunca olvides que tu sitio
también suele acontecer…
Blog Oficial de Messieral
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