Lleva seis años cobrándome los buenos tiempos,
los mejores momentos, todos y cada uno de los sueños.
Haciendo difícil querer continuar y hasta el invierno;
por eso ya no sé esperar un día, una hora o un momento.
Lleva seis años cobrándome los buenos besos,
los mejores vinos y los excesos, todos y cada uno de los cielos.
Haciendo difícil poder caminar hacia lo cierto;
y yo que jamás supe esperar el mediodía, su hora o su templo.
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