Masturbación,
me confiesas que piensas en mí
cuando se queda dormida
tu alma gemela que en nada se parece a ti.
Consternación,
una vez casi me pronunciaste a mí
y conseguiste callar la palabra
de la misma manera en la que el orgasmo te guardaste en el fin.
Fascinación,
y yo que quería acabar con todo lo que se pareciera a mí,
desde que sentí que te perdía
nada fue lo mismo, nada fue lo mismo sin ti.
Masturbación,
me confiesas que piensas sólo en mí
cuando ni siquiera se fija
tu alma gemela que casi nada tiene de ti.
Crucifixión,
me dices que sufres al no verme a mí
en el lugar de tu alma gemela
que duerme ausente, por ahora, junto a ti.
Satisfacción,
ahora regresas a mí
y recuperamos las fuerzas
para inventarnos un mejor fin. (Al fin)
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