Dieciocho,
como dieciocho años
amando a una bruja;
que aunque cambie la voz
sigue siendo necesaria
para no ceder a mi locura…
Dieciocho,
como dieciocho o diecinueve años
enamorado de una bruja;
que aunque mal invite al ron
sigue siendo prioritaria
para los placeres con premura.
Dieciocho,
como dieciocho o diecinueve años
amando a una bruja;
una que acompañó a mi perdición
al infierno de las almas
en el que la mía halló literatura.
Dieciocho,
como dieciocho o diecinueve años
enamorado de una bruja:
La Bruja, mi bruja.
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