Veo la humareda, la sangre seca,
una silueta y dos estrellas;
de camino al precipicio todo es prueba,
Veo la humareda, la gran ramera,
una colmena y dos banderas;
de camino al principio todo es niebla.
Y ya sólo me interesa contemplar
esa sonrisa que te brota natural;
no necesito demasiado más,
siempre supe que justo en tu cuerpo está mi paz.
Veo la humareda, la historia que intrusa comienza,
una luna llena y veintisiete días para estar…
Blog Oficial de Messieral
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