Jamás me sentí tan perdido
como en esa noche de junio;
enseguida supe que de mí sería
lo demasiado poco que hoy queda;
esa lengua y esos senos, esos besos,
ese sexo y esa rueca, esos miedos,
todo conducía directamente a la tormenta…
Jamás me sentí tan perdido
como en esa noche de junio;
enseguida supe que de mí sería
lo demasiado poco que hoy resta.
Era eterna, del cielo al sexo,
un cometa, un final, un goce funesto…
Blog Oficial de Messieral
Anuncios