¡Os miro a los ojos y os odio!
y me alegro de cierta manera
de sus fiestas compartidas,
de sus bodas y posturas
encorvadas sin sonrisa.
¡Os miro a los ojos y os odio!
y me alegro de cierta manera
de sus vidas e hipotermia,
de sus insulsas existencias
aborregadas y tan quietas.
¡Os miro a los ojos y os odio!
y disfruto de sus muecas
cuando los sueños no les llegan;
os miro y disfruto de sus obesas
imágenes con calvicie eterna.
¡Os miro a los ojos y os odio!
y en parte mi venganza es buena
porque soporté el dolor en mi alma buena
que causaban sus insultos sin clemencia.
¡Os miro a los ojos y os odio!
y me da gusto que ignoren que ellas,
sus amadas glorias anorgásmicas,
antes de ser suyas fueron nuestras.
Blog Oficial de Messieral
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