Cae el mundo sobre mi cabeza, nadie más que tú viene a mi mente, sé que nadie más podría salvarme de esta catástrofe sideral.

Te imagino escapando de todos para estar conmigo, de la forma en la que lo prometimos; me imagino llegando a tu pequeña ciudad escapando de todos para estar contigo, de la forma en la que lo soñamos y siempre lo quisimos.

Cae el mundo sobre mi cabeza y quisiera que fuera tu vestido, nadie más que tú viene a mi mente, nadie más que tú me provee paz con su sonido.

Me pregunto si me verás a los ojos cuando nos crucemos por la calle tomados de la mano de alguien más, serás capaz de sonreirme, de regalarme un beso en silencio por incordiar.

Seremos entonces capaces de dejarlo todo para escapar juntos como siempre lo deseamos o seguiremos la vida de forma directa a la siguiente; por si en ella nos volvemos a encontrar.

¿Reencontrarnos?

— MESSIERAL