Sé que has vuelto a pensar en mí recientemente,
que de forma sutil quieres hacérmelo saber;
y eso no me hace sentir bien ni mal,
nuestro tiempo te aseguro que fue muy especial.

Sólo espero que en la vida tengas suerte y mucha paz,
que aprendas a tener el control sobre toda clase de ansiedad.

Y que no me recuerdes con reproche en tu intimidad;
preferiría, de ser posible, que al hacerlo sonrías con violenta libertad.

Sé que has vuelto a dudar, que tu mano duda sobre la etiqueta «enviar»,
que soy un gusto adquirido y a veces necesidad;
estuve una vez en el sitio en el que tú ahora estás,
si no te trae nada bueno recordarme quiero que, al menos, te acompañe al respirar.

— MESSIERAL