Está pasando la vida, el riesgo se ha quedado atrás, dime que merece la pena crear y cantar, que merece la pena forjar lo que no podría nadie más.
Está pasando la vida, me comienza a agobiar, tarde de verano encendida, te espero en la esquina y ojalá te vea llegar.
Aún estará disponible la avenida, todos los gemidos de verdad; cuando despierte será acaso dos mil siete o quizás un día final.
Está pasando la vida, me iría ahora sin dudar, no sé qué cosas mejores podrían llegar a pasar.
Está pasando la vida, tuve la gran oportunidad, no una sino tres veces y las tres veces las dejé escapar.
Aún estará disponible la avenida, podría mi elección cambiar; aunque esté solo y ella solita, tenemos el alma tan muerta que no habría forma de reconfortar…
—M.