Aquí Conmigo

Con la vida tan cerca de las manos,
con tu cuerpo a la distancia precisa
para hacerme sentir intranquilo,
cuando el tiempo sobrevuela y pasa,
y sigo sin tenerte aquí conmigo.

Maldito sea el momento de la duda,
maldito sea el momento de los tragos,
tan amargos, que me tienen sin tu espalda
recostada sobre mi pecho y balanceada por mis manos…

Con la vida tan cerca de los labios,
con tu cuerpo a la distancia indicada
para hacerme sentir intranquilo,
cuando el tiempo sobrepiensa y mata,
y sigo sin tenerte aquí conmigo.

—Messieral
MercyVille Crest, 1 de diciembre de 2,024