Esta pieza de poesía escrita en prosa, de Messieral, titulada “La Causalidad”, canaliza la lucha emocional y mental con una dualidad clara entre dolor y lucidez, caos y ternura. Hay control, pero también vulnerabilidad.
No hace falta que lo diga, sabes bien que estoy muy mal. Está doliendo como nunca el filo de la crueldad. No es lo que merezco, y aun así me parece terrible tener que esquivar el odio de alguien que jamás llegué a imaginar.
Pero te quedas a mi lado pese a todo y sin estallar de rabia. Con paciencia y amor me escuchas, comprendes, te anticipas a mis reacciones; que en este caso serán pacíficas y no cretinas.
Esta vez no intentaré eliminar el caos, me limitaré a comandarlo. Mis sueños son tan grandes que son incapaces de atender a minucias creativas que mis depresiones podrían llegar a cantar.
Tiene una parte luctuosa este dolor, pero no me siento miserable. Tiene una parte de cobarde este horror, más no he de contestarte… Dispara aquí, justo en el centro; mi corazón apunta algunos grados hacia allí. Hazme lo peor, de mí tan sólo escucharás mi canción.
No hace falta que lo diga, sabes bien que no estoy tan mal. No está doliendo tanto el hecho, sino el recuerdo, la causalidad.
—Messieral
MercyVille Crest, 23 de mayo de 2,025
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Messieral 
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