Para un Hombre con Prisa

Cuando por fin te resignas
es cuando empiezas a morir,
le dije a un alma preciosa
después del amor y dejar de latir,
al recuperar el aliento y la vida,
de su agradecido detalle de ponerse a aplaudir.

Era un juego la pasión de ese entonces,
hoy no sé si algo queda de mí,
mis recuerdos y heroicos dioses
parece que se han ido a dormir.

Cuando por fin te resignas
es cuando empiezas a morir.

Si este es el principio del fin
lo recibo reconociendo que un día
hice tanto como quise por aquí;
sé que es bueno para un hombre con prisa
aprender a dejar de sentir…

— MESSIERAL