Antes de abrir a todo público los proyectos que he venido desarrollando —obras que llevan meses en pulso silencioso, afinadas con una visión que necesita su propio momento de aparición— quiero que diciembre tenga un territorio especial aquí en mi blog. Un espacio que se sienta cercano, vibrante, inevitable.
Así nace la idea de crear una colección dedicada por completo a este mes y a las festividades de cierre de año. Un rito de palabras antes del gran despliegue que llegará en 2026.
Todo tendrá una única condición: cada entrada será escrita en el mismo instante en que la publique. Sin preparación previa. Sin textos guardados o borradores. Sin analizar por completo lo que esté creando. Lo que lean será lo que nace en ese segundo: frases que muerden, poesía en verso y en prosa, atmósferas que se abren como grietas de luz en medio del frío e, incluso, algunas piezas inesperadas que llegarán sin anunciarse.
Quiero que este diciembre sea una experiencia en sí misma: una invitación a entrar en mi respiración creativa, a sentir la palabra en crudo, a descubrir un universo que cambia mientras ustedes lo miran. Razón por la cual les pido estar atentos y atentas a mis redes sociales también.
Gracias por permanecer conmigo este año, por resistir, por leerme y acompañarme, por estar atentos hasta cuando no digo nada. Esa fidelidad y ese deseo sostienen lo que se avecina…
—Messieral
MercyVilleCrest 1 de diciembre de 2,025
Messieral 
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