El ciclo se acerca a su fin,
el agradecimiento más grande
es este que no soy capaz de describir;
quisiera ser mucho más consecuente
con mi manera de sentir…
Y no permitirme la imprudente colección
de ambiguos instantes, en los que otras expectativas
me hicieron prestar demasiada atención
a los malos humores y distorsionadas perspectivas
de mentes sin cercana satisfacción.
El ciclo se acerca a su fin,
el resurgimiento es inevitable
aunque no forme parte del siguiente magacín;
quisiera ser mucho menos imprudente
con mi manera de morir.
Ciclos se abren, ciclos se cierran,
mi alma ahora es libre y los males se agrietan;
pienso en nosotros y arde una colmena
que nos hace más breve la pena…
—Messieral
MercyVille Crest 8 de diciembre de 2,025




Deja un comentario