Ya se va mi abril
como tantas veces,
con su dulce gris
y su olfato transparente.
Tiene las manos deshojadas
de tanto pensar en mí,
el corazón con tinta derramada
y es que se parece tanto a ti.
Pero una carta de amor
debería de ser más feliz,
esta vez no te diré adiós
porque sé que volverás a venir.
Esta vez no te daré el sol
sin el invierno en que nos vi,
esta vez no seré tu calor,
el frío quizás nos haga latir.
Ya se va mi abril
como tantas veces,
pero tú te quedas, al fin,
conmigo porque quieres…
©®Messieral | messieral.com
Ciudad de Guatemala 30 de abril de 2,018