La bailarina de humo
es una bala perdida
impactada en el centro de tu canción,
la bailarina de humo
es una fallida herida
que no deja latir con fuerza la ambición.
Y teje, con sus pasos, uno a uno los silencios,
te estremece con sus ojos fijos en tus muros,
adormece un anuncio en la radio que promete
un mañana mejor para el que sufre o envejece.
Tiene manos de acordeón y pies de colibríes,
una daga ensangrentada en sus recuerdos tristes
pero puede ser que la comprometa una culpa miserable,
un triste ejercicio de rombos y criaturas abismales
porque quiere estar libre de los cargos que predice,
harán de sus dos piernas un nido correcto para el miedo,
duele tanto el mal sabor de aquel recuerdo, de sus velos…
La bailarina de humo se ha puesto a llorar,
es una bala perdida, un secreto guardado
para el peor momento indicado…
Tiene en la piel de sus lágrimas heridas,
que ningún caballero errante sanará,
un baile encriptado, dos momentos dulces
y el matiz de una colmena por un duelo constante…
[Es una bala perdida, anarquía suicida,
el descontento de los cielos en pupilas
de un aguacero que ya no besa sus mejillas]
MESSIERAL
Ciudad de Guatemala 04/06/2016