Quinientas Nubes de Luto y Dos de Gris por si las Dudas…

De ti aprendí que el punto no va sobre la i,
que hacer el amor es impreciso, pero devorarse no…

Te vi bailar para mí, abrí mi camisa y te dejé latir,
no dudé de tu figura, de tu cuerpo de diosa perfecta,
duró lo que duró, ese siempre será nuestro secreto,
aunque debo reconocer que de las cinco a las diez es un buen trecho.

Te bebiste mi esencia y sólo a ti te he embriagado,
ya no hay diversión entre amantes en días de Obama,
quítate el apellido de ese y vuelve a mis brazos,
que terrible es vivir con otra sabiéndome de ti enamorado.

Recordaba ese lunes, la otra tarde, recordaba el alcohol y la lluvia,
quinientas nubes de luto desde que marchaste, dos de gris por si las dudas
y la misma esperanza del tonto que espera sin hacer nada, sólo drama.

Aprendí de tu sexo que el ron sabe bien con casi todo,
de tu falda aprendí que la victoria implica ascensos preciosos,
de tu ombligo que su piercing contagia a mi lengua
y de tus caderas, que es magia el mordisco de plumas viajeras.

De ti aprendí que el punto, casi nunca, va sobre la i,
que Cortázar se alegra en tu lengua, que Borges sonríe también,
que Asturias nos desenreda si lo pronuncias con cadencia,
y que Storni nos guarda un trocito de lucha, por si las dudas…

Que el rock sabe mejor a oscuras,
que las manos se sienten mejor dónde no las vean,
que abrazada a mi cazadora tú rimas perfecta
y que siempre nos queda un Bloody Mary esperando en la barra…

Nunca voy a olvidarme de tu recuerdo, de tus labios de cierzo,
Tú y yo encontramos la dirección del amor, fuimos sin dudarlo para el otro extremo…

Luis Eduardo (Messieral)
Ciudad de Guatemala 11/03/2016