Tarde de Julio en Aerosol

Yo le hice el amor a tu diciembre,
tú el mío mejor con toda tu albura,
me gusta pensar que esto es algo
que ninguno de los dos, hasta el momento, ha olvidado.

Te vi caminar por la plaza,
esta tarde de julio en aerosol,
te vi presumir esa sombra descalza
que alguna vez dejó sus huellas marcadas
y sus verdades, a mi colchón, tatuadas.

Será que enloquecimos totalmente,
qué haces tú caminando al otro lado de mi acera,
si aún conservo estas manos para protegerte
y el frío en el alma que tan sólo tú abrigabas.

Me viste tranquilo pero tan solo,
esta tarde de julio en aerosol,
sonreíste al reconocer el acierto
que ambos dejamos al lado del mundo,
resignados a vivir en silencio,
pero que aún nos late firme en el centro del corazón…

Y es que está a un cruce de cebra el amor,
no importa si pasaron los años y los errores,
al ver tus ojos he entendido tu significado
y tú al verme has comprendido que tu significado sigo siendo yo…

©MESSIERAL | Poesía
Ciudad de Guatemala 17/07/2016


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El Jardín al que Juramos Todo Amor

Con el rojo del semáforo
se detuvo el viento y su adrenalina,
ahí estabas tú, me fue difícil reconocer
a la diosa que recordaba, ahora con ropa encima,
con los colores de la ciudad y restos de aquel encanto.

Tus uñas no iban pintadas esta vez,
de aquel escarlata que nunca olvidé,
pero la sonrisa era más amplia, más fresca,
como alma renacida de manzana
y quise recordar el aroma aquel que me idiotizaba
pero fue imposible entre tanta nueva sensatez,
entre tanta gente, entre tantas calles sin ayer.

No estuve dispuesto a perderme tu mirada,
esta vez no quise poner en tus manos más flores,
si acaso las semillas, para que veas un jardín crecer,
porque aunque el tiempo pasó llevándose todo lo que tuvimos,
aún te conserva aquel resplandor de excelsos sonidos
y sé perfectamente bien que me rendiría a tu amor
si no lo hubiese perdido entre tanta batalla, entre tanto colchón.

Pero quizás pueda ser tu semilla
y tú los climas para verme crecer,
para hacer latir de nuevo mi motor,
lleno de aquellos engranajes necios,
de aquel cielo de estrellas en fuego rojo
y las constelaciones de incordias desde otra canción.

Quizás veamos juntos resurgir el jardín,
al que juramos todo amor…

©MESSIERAL | Poesía
Ciudad de Guatemala 15/07/2016

Por Buenos Aires y el Dolor…

Por enseñarme de tangos
y escuchar conmigo a Iván,
por quitarte la ropa y no los lunfardismos,
por el paseo de las cinco menos veintidós,
por saber lo bien que sabes cuando el vino
te hace frente con su lengua jalaife y su mordisco.

Camuñe, te juro que a diario recuerdo tu sonrisa,
no sé cómo pretendes que te olvide, no prometo nada,
pero cuando creo que lo logro siempre resulta que es cinco de septiembre
y me hecho a llorar sin lagrimear, con honores y fernet del malasangre.

Colifato aún por tus piernas, esas highways tan perfectas,
aún me jugaría la vida a los tiros, desde los once pasos, por vos,
y torrar en el sitio baldío, impetuoso y solitario de tu corazón,
pero ya no volteaste la vista hacia mí, fue definitivo y te aplaudo,
dar ese primer paso en dirección contraria a quien te escribe,
es posible que no haya sido tan desacertado…

Por tu sonrisa de diosa y ese cuerpo a cincel,
por los soles de madrugada y las lunas de los lunes,
por aquel paseo en la Plaza de Mayo y el beso,
por los sobrinos de los viernes y su mal de muelas,
por las noches en los telos, por tu aroma de quinoto,
por atar y ser atado, por ladrar y ser ladrado,
por tus verdes y tus rotos, por tu mano y tu portazo,
por el resto de mi vida y tu colchón, por tu huida y aflicción…

Siempre Gracias. Gracias Siempre.

Por Buenos Aires y el dolor…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 11/04/2016

Muchas gracias por tus ojos y por estar,
para leer más de mis poemas visita mi sección: Poesía

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