Habló la hipocresía
y se ve tan mal como ahora te ves tú,
habló y con cobardía
se escondió en una caída de tristeza y luz.
Habló la hipocresía
y se ve tan perdida como ahora te ves tú,
habló y no encontró una sola herida
abierta en mí para volver a herirme con el sur.
Y yo simplemente me limito
en esta ocasión a suspirar
a sabiendas de que todo cuanto necesito
no está en ti ni en tu mirar;
a sabiendas de que todo cuando necesito
no está en ti ni en tu falsedad…
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Ciudad de Guatemala 5 de octubre de 2,018