la vida aquí no es nada fácil si tú no estás;
mis ascuas van agonizando sin fuerza,
la aurora sabe muy mal… Muy mal.Y los amores que empiezo me empiezan a matar.
Cuando tú estabas besabas mis labios
con aquellos besos de eternidad,
el dolor pasajero tan sólo era algo más;
yo no sé volver casi de ningún lugar
ahora que no estás
y los latidos guerreros de mi corazón
se han puesto a llorar.
Yo no entiendo la vida si tú no vuelves
a rescatarme del desastre que inventé,
ni comprendo la noche o el día sin tu nuevo atardecer.
Los amores que empiezo me empiezan a roer…
Ciudad de Guatemala 29 de enero de 2,017