Para ellos y ellas
somos datos apilados,
un montón de nombres desordenados.
Y alimentan tanto
nuestra paranoia
que cuando se acercan
es mejor pronto evitarlos.
Somos datos bajo su control descontrolado,
una promesa con tantos dientes pero sin los labios…
Para ellos y ellas
nuestros hijos son datos apilados,
un montón de nombres acorralados.
Y alimentan tanto
nuestra paranoia
que cuando se acercan
es mejor no voltear a mirarlos.
Somos datos bajo su circo idiotizado,
una promesa con tantos colores pero sin embargo…
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Ciudad de Guatemala 12 de noviembre de 2,017