Aún hay mucho mar por navegar,
mucho camino por recorrer,
demasiados poemas por nacer
y unos cuantos amores que sanar.
Tengo tanto por hacer, me estorba la distancia;
quisiera regular el verbo hacer
para que sea mandatorio
hacerte el amor cada mañana.
Me están haciendo falta tus besos,
me está llamando tu amor;
si la vida no estuviera tan rota,
si pudiera abandonar este camino
cuando el vacío grita derrotas.
Tengo tanto por hacer, me estorba la distancia;
quisiera regular el verbo hacer
para que sea ley
hacerte el amor cada madrugada.
—Messieral
MercyVille Crest, 5 de noviembre de 2,024
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